XXI
He llorado.
Por cierto que no
lloro
por las borrosas
huellas
de un desierto y
vacío paraje
ABU-NUWAS (He
llorado)
Muchas veces he reído
en tanto mi alma
lloraba.
He reído hipócrita,
mundano,
simulando un dolor
inexistente,
una angustia
desconocida
y una tristeza
indiferente.
Falsedad humana,
orgullo impropio,
innatural,
creíble y terreno.
Todos mis sentidos
impedían augurios
presenciales.
Ciego y sin
presentimientos
me conducían los
instintos
entre estructuras
estereotipadas,
incapaz de aprender
lo excelso de tu
sonrisa.
Fatigada existencia
fue.
Naturalidad,
simpleza,
emotividad y nobleza
componen hoy
la imagen de un
hombre creíble
que no llora
como cuando reía.
Los
espectrales simulacros
han
dejado mi alma libre
y
como la esencia del ave
rumbo
al goce pleno,
emprendo
mi vuelo,
me
elevo misterioso
y
acudo a tu encuentro.